lunes, enero 24

Lunes cursi

No me gusta hablar de él. 
Si, un poco jodida forma de empezar una entrada con la etiqueta ''Especiales''
Y es que justamente es por eso que no me gusta hablar de él, es especial para mí. Ojo, que cada vez que pasa algo siempre hay alguien siguiendo la historia. Pero todavía tengo la teoría compartida con Eli de que cuando hablamos mucho de algo, ó alguien, terminamos por quemarlo. Y es verdad, hay gente que no le interesa vernos bien, hay mucha otra que solamente le interesa ser chusma. Y eso es lo que me lleva a no escribir mucho sobre él (acá)
Pero hoy si, vamos a empezar la semana hablando de él. 
Y un poco tengo que empezar hablándola de mi, entonces. 
Pero por lo pronto solamente pienso decir que tengo 16 años, (esta es la parte donde cualquiera que leía la entrada, piensa: es una tontería.)
Sin embargo, soy de las que creen que el amor no se maneja, mucho menos se elije. Así que están avisados: cualquier comentario al estilo ''son muy chicos'' ''no va a ser tu único amor'' ''¿el amor de tu vida?'' pienso omitirlos. 

No es la primera vez que me "enamoro", y siempre preferí esa parte de las relaciones. Siempre preferí las mariposas en la panza, los primeros meses y las primeras charlas, cuando todo es inesperado y eso es lo que probablemente siempre me enamoró desde el primer momento: lo inesperado. Y después de un tiempo, suelo aburrirme, (Ok, estás leyendo esto y te retumbó el ''suelo aburrirme'' pero hay más.) no sé si es la palabra, pero creo que después de un tiempo no hay mucho para conocer. Por lo menos, la cara que yo conocía del amor era así.  
Y con el, es diferente todo, desde que lo conozco que es diferente. Lo conocí este año, cuando me cambie de colegio. Ahora es cuando me veo obligada a aclarar, que sí: fué muy rápido. Supongo que yo necesitaba un respiro en medio del caos y eso era lo que él me daba desde un principio. Y creo que el también necesitaba saber que en serio había alguien para él. 
Fué pasando el tiempo, y no me negué a enamorarme. En realidad sí, porque también tuvo sus contras sí nos referíamos a los demás (eso si que no voy a hacerlo público, léase: la presencia de alguna tercera, un cuarto y hasta algún quinto también en discordia) Pero referido a mi, no podía negarme a arriesgarme en esta partida. Supongo que fué una oportunidad a Cupido, a ver si cambiaba mi puntería. Y ¡parece que esta vez no falló señores!
Y es el día de hoy que, después de faltar unas semanas para que sea un año desde que lo conozco así, sigo perdidamente enamorada. Y digo que lo conozco a porque nunca fuimos algo menos que esto, como amigos... sino que fuimos siendo amigos a la par que salíamos (y tampoco me interesa saber si las relaciones se empiezan o no así para los que quieran opinar, por opinar) y eso es lo que me sigue enamorando, que sea mi compañero, en todo. Que me enseñe, sin querer, a arriesgarme que a veces vale la pena y ésta es una de esas veces. Que me escuche y no le importe contarme lo que sea, que me saque una sonrisa si me mira y sea feliz cuando le digo que lo quiero. Que esté dispuesto a seguir ahí, a pesar de cualquier cosa y eso me haga fuerte a mi cuando ya no quiero más. Que me convenza a seguir y encuentre siempre una forma de hacerme reír. Que no se cansa de hablar de mí, y que me hace inevitablemente confiar aun que sea lo que más me cuesta. Que sin querer, haga que pierda cualquier miedo pero que solamente me sienta totalmente segura cuando estoy con el. Y que me regale día a día algo nuevo para descubrir y que sea el hombre más feliz cuando está conmigo. Que cualquier lugar sea el lugar perfecto, que cualquier canción sea la canción más linda, y que así toda la historia sea perfecta, solamente porque somos nosotros los protagonistas que dan vueltas y vueltas y vuelven siempre al mismo lugar...  
eso me hace enamorarme de él día a día. 
Y aún así, soy de las personas que piensan que amás cuando dejás de estar enamorado: y vuelve a ser diferente con el: lo amo, porque conozco todos o la gran mayoría de sus defectos, sus locuras y aún asi lo amo y me vuelve a enamorar día a día
y me gusta, 
y lo amo. 


Y si, tengo miles de defectos, me equivoco, miro al rededor y admito que me dá miedo lo que vaya a pasar en un futuro, me confundo, me  banca muchas. Yo también me banco muchas y me encanta, me hace feliz y me hace sentir que yo lo hago feliz. Compartimos cosas inigualables y es irremplazable en mi vida, eso lo sé.   Y no se lo digo muy seguido, tengo que admitir que por mucho que quiera hacerme la fuerte, lo extraño horrores. Hace 2 semanas que se fué a la costa y probablemente no vuelva hasta el 1º de febrero, así que creo que no había mejor momento que este para esta entrada.