lunes, febrero 1

Tarde


Justamente ahora, irrumpes en mi vida. Con tu cuerpo exacto & ojos de asesino, tarde como siempre…  nos llega la fortuna. Yo iba con el. Tú ibas con ella. Jugando a ser felices por desesperados, por no aguardar los sueños, por miedo a quedar solos. Pero llegamos tarde, te vi y me viste. Nos reconocimos en seguida, pero tarde. Maldita sea la hora, que encontré lo que soñé, tarde. Tanto soñarte y extrañarte sin tenerte, tanto inventarte. Tanto buscarte por las calles como una loca, sin encontrarte. Y va uno de tonto por desesperado, confundiendo amor con compañía. Y ese miedo idiota de verte viejo y sin pareja, te hace escoger con la cabeza, antes del corazón. Y no tengo nada contra ellos; La rabia es contra el tiempo por ponerte junto a mi, tarde.
Que ganas de huir, de no verte ni la sombra, de pensar que esto fue un sueño o una pesadilla, que nunca apareciste, que nunca has existido. Que ganas de besarte, de concebir contigo, de acercarme un poco y amarrarte en un abrazo, de mirarte a los ojos y decirte “Bienvenido”. Pero llegamos tarde, te vi y me viste. Nos reconocimos en seguida, pero tarde. Quizás en otras vidas, quizás en otras muertes. Que ganas de rozarte, que ganas de tocarte, de acercarme a ti, golpearte con un beso, de jugarnos para siempre, sin daños a terceros.