martes, septiembre 14

Cable a tierra.

Entre colectivo y colectivo tuve tiempo para pensar muchas cosas. Nada nuevo, un ¿Qué estará pensando este? ¿Por que la gente es tan chusma? ¿Por qué se me dió así todo? ¿A donde voy a llegar? y no sé, más de esas cosas que pensás mientras ves que el resto no para y vos aunque lo intentes, tampoco. 
Y, creo que a veces (sobretodo cuando estoy en todo a la vez) me preocupa más el resto, mí alrededor y eso. Sería genial poder cambiarlo, pero no... no lo voy a cambiar. Si ese alrededor me formó así, y aunque mucho del 'resto' preferiría que lo cambie voy a seguir a la defensiva, porque siempre van a haber cosas que me lastimen y no puedo dejarlo todo ser, sabiendo que algo malo puede venir -No puedo- ¿Qué tan malo puede ser? Soy feliz igual.
Pero a veces, un cable a tierra con nombre y apellido me hace dar cuenta de que pierdo, por no fracasar. Lo que pierdo por prevenirme a eso ¿no?

(Me estoy sincerando demasiado en el blog, y no me gusta la idea de transparentar cualquier pensamiento al alcance de cualquiera... volvamos a las canciones, frases y demás).  

A veces, y sólo a veces, cuando hemos sufrido demasiado en la vida creamos un escudo que creemos que es la solución al dolor sufrido. Algunas personas no lo entienden, no entienden que de un día para otro no puede confiar en ellas como ellos confian en otros. Y creen que 
jugamos con ellos, precisamente de tal amor que llegamos a tenerles, nos protegemos y los protegemos para evitar tropezar de nuevo. Pero a veces, y sólo a veces, hacemos más daño de esa manera y estropeamos lo que en un principio queríamos conservar. Rompemos el PARA SIEMPRE y nos estancamos en el camino de NUNCA.